Hoy voy a hablaros de la relación entre la perimenopausia, menopausia, las emociones y la salud cardiovascular. La hormonas y la mujer a partir de los 35 años.
Este artículo está dedicado a todas aquellas mujeres que se miran al espejo y no les gusta lo que ven. Y de cómo nos afecta a nivel emocional.
Y no, no solo voy a hablaros de esa barriga incipiente que no formaba parte de nuestro físico hasta hace poco y que nos disgusta ver reflejada en el espejo.
¡Ya no me puedo abrochar los pantalones! ¡Este vestido me aprieta, necesito una talla más! Pero, si de verdad, ¡te prometo que no como tanto!
¿Pero qué comes, estás nutrida? ¿Te mueves? ¿Duermes bien? ¿Y el estrés cómo lo llevas? ¿Eres regular en el baño? ¿Te relacionas bien con tu entorno?
Solo con responder de forma negativa a tres de esas cuestiones, ya tenemos la respuesta a muchas de tus preguntas.
¿Qué le está pasando a mi cuerpo?

La perimenopausia, menopausia, las emociones y la salud cardiovascular son en realidad un laberinto que depende en gran parte de tus hormonas.
¿Qué son esas hormonas? Pues, son sustancias que produce nuestro organismo para regular las funciones en diferentes partes de nuestro cuerpo.
Sustancias mensajeras que, o bien se liberan en sangre para llegar a otros sitios, o ejercen su acción en el entorno en que se secretan para que nuestro organismo funcione a la perfección.
En las mujeres, los estrógenos son hormonas fundamentales que se secretan por orden del hipotálamo, hipófisis y ovarios con una comunicación transversal y bidireccional con una retroalimentación perfecta entre ellos.
Los estrógenos son además los responsables de muchos factores como nuestra composición corporal, el buen estado de la piel, mucosas, el cabello, el músculo, los huesos, las articulaciones y la salud cardiovascular (estudio).
De hecho, en la perimenopausia y menopausia suele elevarse el colesterol, resistencia a la insulina y también la tensión (estudio), al conjunto de todas estas patologías se le denomina síndrome metabólico.
Si además llevas una vida sedentaria, con una alimentación que no te nutre, con estrés y poca calidad en el descanso, tenemos aún un impacto mayor en nuestra salud.
Cambios fisiológicos y emocionales durante la menopausia
En primer lugar voy a contaros qué es la menopausia, como afecta a las emociones y a la salud cardiovascular, entre otras cosas.
Si tienes cambios anormales en la frecuencia o sangrado de tus periodos debes pedir cita con tu ginecólogo/a para que evalúe tu caso.
¿Qué es normal? Los ciclos son normales entre 28 o 40 días y los sangrados pueden durar de 2 a 7 días.
La perimenopausia o climaterio puede darse entre los 35-50 años y se caracteriza por una menor cantidad de óvulos por la bajada de producción de estrógenos.
Durante ese periodo, las reglas pueden ser más abundantes, espaciarse o ser más frecuentes en el tiempo.
La menopausia: La época de fertilidad de la mujer termina de manera natural alrededor de los 40 o 55 años.
La menopausia se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. Llegamos a la menopausia cuando no tenemos un período menstrual durante un año.
La postmenopausia dura desde el año de la última regla hasta 30-40 años después.
Síntomas típicos durante la menopausia y perimenopausia
Los cambios y los síntomas pueden empezar en la perimenopausia varios años antes, y estos pueden ser:
- Cambio en las menstruaciones: Más o menos duraderas, más o menos abundantes, y con diferentes intervalos de tiempo entre los períodos.
- Sofocos; sensación de calor en el centro de pecho y rubor con crisis o no de sudoración, palpitaciones y nausea. Pueden darse o no en la perimenopausia y en la menopausia y duran entre 2 meses a 7 años.
- Dificultad para dormir debido a los cambios en la desregularización de temperatura corporal (estudio).
- Sequedad vaginal por la falta de estrógenos (estudio).
- Inapetencia sexual (estudio)
- Pérdida de masa muscular y densidad ósea (el 50% de roturas de caderas acaba en mortalidad)
- Obesidad troncal (grasa abdominal)
- Cambios de humor, apatía, irritabilidad, tristeza.
- Dificultad para concentrarse.
- Menos cabello y más vello facial.
- Hipotiroidismo.
- Incontinencia urinaria por la relajación del músculo liso que sujeta la vejiga.
La bioquímica en una analítica no es determinante para garantizar en qué estado ovárico te encuentras. Un test de gestagenos en el caso de fallo ovárico sí, pero esto es otro tema.
¿Cómo puedo mejorar todos esos síntomas?
Este periodo es uno más de nuestra vida y debemos dejar de estigmatizarlo y hablar de ello con naturalidad.
En algunas mujeres la perimenopausia es precoz, o bien genética o por inducción en casos de cáncer hormonodependiente. La sintomatología es la misma en ambos los casos.
Los sofocos pueden acentuarse con el estrés, al alcohol, el tabaquismo, así que un buen descanso, gestión de estrés y unos buenos hábitos de vida saludable incluyendo una alimentación pueden ayudarte con las crisis.
Evitar estar en habitaciones con temperatura elevada, no tomar bebidas calientes y vestirse por capas.
Alimentación y menopausia
Otras diferentes alternativas pueden ser; terapia hormonal pautada por tu ginecólogo/a, fitoterapia como extracto de polen, isoflavonas de soja, trebol rojo o cimicífuga, alimentos ricos en omega 3, vitaminas D, B6, K y E.
Una alimentación equilibrada y nutritiva rica en vitaminas y minerales es fundamental, si no sabes como alimentarte de forma correcta puedes pedir cita presencial u online para valorar tu caso.
Los cambios de humor no deberías tratarse con antidepresivos, muchas veces se recetan de forma sistemática y empeoran la situación al disminuir la libido y el aumento de peso.
Ejercicio físico
Realizar ejercicio aeróbico y de fuerza habitualmente, mantenerse activa y un enfoque psicológico con una profesional especializada en mujeres, es de gran ayuda.
La disminución de los estrógenos produce una bajada acelerada de densidad ósea que empeora al tener una masa muscular deficiente.
El ejercicio de fuerza funcional es fundamental en todas las edades, pero en esta etapa es imprescindible, y no, caminar solo no es suficiente.

Tomar el sol en un 25% del cuerpo 20 minutos al día sin protección ayuda a la síntesis de vitamina D y calcio.
El exceso de grasa abdominal está directamente relacionado con la masa muscular que disminuye con la edad y el sedentarismo.
La pérdida de masa muscular también disminuye la velocidad a la que tu cuerpo «quema» las calorías que ingieres, lo que puede hacer más difícil mantener un peso saludable.
Muchas mujeres también notan un aumento de la grasa del vientre a medida que cumplen años, incluso si no están aumentando de peso. Se debe a una disminución del nivel de estrógeno, que parece influir en el lugar donde se redistribuye la grasa en el cuerpo.
La tendencia a aumentar o acumular grasa alrededor de la cintura (y tener forma de «manzana» en lugar de una «pera») también podría tener un componente genético.
Olvidémonos del cliché de la mujer perfecta, no existe, y es una quimera que solo produce frustración y ansiedad. Os recomiendo este artículo que escribí hace algún tiempo la tiranía de la belleza.
Como podréis ver el autocuidado es fundamental siempre, pero en estos momentos le es mucho más. ¿A qué esperas para cuidarte?
Y como siempre, espero que os haya gustado este artículo. Os agradezco que lo compartáis y de ese modo podáis ayudar a otras mujeres que se pueden encontrar en esta situación.
¡Hasta pronto!
Ole pedazo de artículo
Fuera mitos pero si que hay que mentalizarse que nuestro cuerpo sufre un gran cambio.
GRACIAS JULI ERES UNA PROFESIONAL DE LOS PIES A LA CABEZA.
Gracias, Ana, un abrazo