Hoy voy a tratar un tema que he escuchado mucho en consulta y cuya base es la voluntad en el cambio de hábitos.
Siempre que existen modificaciones en cualquier rutina diaria o de costumbres os resultan complicadas. Podéis probar a cambiar de frase…¿Me ayudas?
Este artículo está especialmente dedicado al entorno de una persona cuyo objetivo es cambiar su estructura corporal modificando sus malos hábitos.
¿Qué estoy haciendo mal?
Muchas veces se comete el error de hacer una dieta estricta, aburrida e insípida. Y, además, pasando hambre. Todo ello supone un esfuerzo tremendo para perder peso.
En algunos momentos se utilizan dietas límite o de choque para una ocasión especial, como un evento importante, operación bikini etc todo ellos es un objetivo cortoplacista.
Ya que llevar unas pautas tan restrictivas supone un fracaso a largo plazo porque te aburres, terminas dejándola y vuelves a los hábitos de siempre después de lograr tu objetivo. O incluso antes, con la consiguiente frustración.
Para que lleguemos a un cambio de hábitos con éxito, tenemos que olvidarnos del concepto «dieta«, ya que le da un carácter temporal y es justo todo lo contrario de lo que queremos conseguir.
El cambio de hábitos debe formar parte de tu estilo de vida.
Lo ideal es que acudas a un profesional de la nutrición, Dietista-Nutricionista o Técnico superior en dietética y nutrición. Nosotros estamos capacitados para ayudarte a llegar al objetivo.

Pero recuerda que somos un equipo: nosotros planificamos tus menús, que deberás aprender a elaborar tú mismo con el tiempo. Sin embargo, tú eres la otra parte implicada.
Pero ¿Qué ocurre cuando llegamos a casa?
Cuando recibes la planificación ¿Qué haces con ella?
- Le pegas una mirada, planificas la compra y la cuelgas en la nevera.
- Pagas un abono de un año en el gimnasio.
- Involucras a tu entorno para que te ayude a llegar a tu objetivo.
¿Cumples solo con el primer punto? ¿No sabes de dónde sacar tiempo para hacer ejercicio? ¿Ignoras qué hacer cuando te surja un evento social? ¿Digo que estoy a dieta? ¿Me quedo en casa y no me salto la pauta? 1,2,3… Respira hondo.
Te recomiendo planificar la compra y preparar con antelación las comidas que puedas conservar en el frigorífico o congelador. Visualizar tu objetivo siempre y avanzar pasito a pasito.
Tu meta no debe ser perder un kilo a la semana, ni ser perfecto, nadie lo es, debes modificar tus malos hábitos, y el resultado será, sin duda, mejorar tu composición corporal y tu salud.
Os recomiendo leer el artículo sobre la tiranía de la belleza que escribí hace un tiempo.
¿Qué pasa con un entorno que te pone la zancadilla?
¿Cuántas veces me habéis confesado en consulta como el propio entorno, (amigos, pareja y familia) obstaculizaba el camino hacia la meta?
Es difícil entender los motivos de porqué actúan de ese modo. En algunos casos se trata de inseguridad de la propia pareja, tienen miedo a que le abandones después de conseguir tu objetivo.
Son muchas veces las que me comentáis «es que él o ella come todo tipo de «guarrerias» delante de mí. Y claro está, la voluntad me falla». Ains…
En otros casos el entorno actúa sin ningún tipo de objetivo, simplemente considera que su actitud de vida es correcta y que tu esfuerzo no es necesario. Total «para cuatro días que vivimos, de algo hay que morir».
Y en los eventos familares continuados, frases tan recurridas como; «Pero chico si por una vez no pasa nada», «¿Pero para qué estas a dieta si no te hace falta?», «¿Pero me vas a hacer el feo de no comerte la tarta con lo buena que está?». Y otras muchas frases que seguro habéis sufrido.
No tengáis sentimiento de culpa por saltaros en un evento las pautas marcadas, no pasa nada, disfrutad del momento. Lo importante es tener una buena relación con la comida y volver de nuevo a los buenos hábitos.
Sí, ya lo sé, es complicado, pero no imposible.
En el primer caso, si tu pareja te impide subliminalmente cambiar los hábitos, deberías tratar el tema con ella y plantear un enfoque de «ayuda» en vez de boicot. Si no funciona, otra vía sería acudir ambos a un psicólogo.
Y si fallan todas las estrategias, el problema no es tuyo y quizás deberías plantearte salir de esa relación tóxica. Sí, ya lo sé, también es duro.
En el segundo caso, puedes o no dar explicaciones (es algo muy personal), pero, si las das, puedes decir: «No estoy a dieta, es mi nuevo estilo de vida«. Generalmente funciona y te dejan tranquilo.
La adherencia a los nuevos cambios supone en muchos casos un esfuerzo considerablemente importante para algunas personas, la ansiedad, inseguridad, la falta de tiempo, el estrés y el miedo a fracasar es complicado de gestionar.
Así que, si eres parte del entorno de una persona a la que aprecias y que está tratando de modificar sus hábitos para sentirse bien, trata de ser asertivo y préstale tu apoyo que en estos momentos te necesita.
Sin duda, te aseguro que le estás ayudando a mejorar no solo su físico, sino algo mucho más importante, su salud. Y quién sabe, quizás te unas a su estilo de vida… 🙂
Se agradece que compartáis por redes sociales, hay demasiadas personas que se encuentran en situaciones de este tipo.
¡Hasta pronto! 🙂