Hoy voy a hablaros de un nutriente fundamental para diferentes procesos en el organismo y de las consecuencias de la anemia de vitamina D.
La provitamina liposoluble que en forma de colecalciferol (D3), se hidroxila en hígado a 25-hidroxivitamina (D3) y, después en túbulos renales, pasando a su forma hormonal, hasta su transformación en calcitriol, forma biológicamente activa.
Su receptor es un factor de transcripción que favorece la expresión de genes y en el epitelio intestinal se expresan éstos para aumentar la absorción del calcio, importante por lo tanto la integridad del intestino.

La vitamina D actúa como mensajera en muchos procesos, regula a la baja la producción de renina, (HTA) estimula la secreción de insulina (diabetes) y aumenta la síntesis de péptidos antimicrobianos, que son capaces de destruir bacterias, hongos, virus y protozoos (inmunidad).

La vitamina D mantiene en equilibrio minerales como el hierro, magnesio, calcio, fosfato y zinc.
La deficiencia subclínica entre 20 y 35 ng/mL se considera como un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades metabólicas, inflamatorias y autoinmunes.

Según estudios recientes, 4 de cada 10 personas padecen deficiencia de vitamina D y durante el confinamiento y la debido a la baja exposición al sol (incluso con el uso de protectores solares) la situación ha empeorado.
Las personas de piel más oscura tienen aún niveles más bajos de vitamina D, ya que la melanina compite con la síntesis de vitamina D, por lo tanto, es recomendable una mayor exposición solar para estas personas.
Se recomienda la exposición al sol, al menos 20 minutos al día en un 25% del cuerpo desnudo y sin protección solar. Si es verano, al menos los 15 primeros minutos no utilices el protector y evita las horas centrales del día.
Fuentes de vitamina D
En forma de suplemento, la dosis recomendada diaria varía de un país a otro, oscilando entre 400 a 10.000 UI. En según qué ocasiones, la administración es mejor junto a la vitamina K2. Como siempre, es fundamental la personalización.
Encontramos la vitamina D en alimentos como los huevos, cerdo criado en libertad, pescado azul (sardinas, caballa, salmón salvaje, hígado de bacalao), además de suplementos. En el blog disponéis también de varias recetas con estos alimentos.
Si padeces anemia de vitamina D, o alguna de las enfermedades en cuyo déficit esté involucrada esta vitamina, solo tienes que pedir cita y estaré encantada de ayudarte.
Si te ha gustado, solo queda compartir. Gracias.
¡Hasta pronto!