Hoy vamos a preparar un alimento rico en fermentos beneficiosos para nuestra microbiota. Kéfir casero con leche de cabra, rico y nutritivo.
Se denomina kéfir, tanto a los gránulos que sirven como fermento como al producto final.
Es un alimento muy antigüo, es posible que algún pastor la descubriera al intentar conservar la leche y encontrarla agriada en un zurrón, utensilio de uso muy común en la antigüedad.
Los gránulos poseen una consistencia gelatinosa y se utilizan para fermentar la leche fresca o el agua con azúcar. No recomiendo leche UHT, yo utilizo leche fresca de cabra entera y ecológica.
Los valores nutricionales del kéfir varían en función de su origen (de leche, de agua, etc.). Sin embargo, todos ellos tienen el contenido en probióticos que aumenta incluso cuando el kéfir es como en este caso, casero.
El kéfir de leche es rico, además de probióticos (Lactobacillus), en calcio, proteínas, vitaminas del grupo B, vitaminas D, K2, ambas vitaminas juntas, mejoran la absorción del calcio y su fijación a huesos y dientes.
la fermentación reduce el contenido en lactosa, transformándola en ácido láctico y mejorando su asimilación en las personas intolerantes a la lactosa.
El kéfir, contiene un polisacárido insoluble llamado kefiran, una propiedad única que lo convierte en un potente antimicrobiano natural.
Disponéis de varias recetas con kéfir en el blog, desde salsas, hasta ricos y nutritivos desayunos.
En mi las historias de mi Instagram disponéis de un vídeo corto, por si queréis echarle un vistazo. ¡¡Cómo, pero no me sigues!! ¿A qué esperas?
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Hay opciones muy recomendables como este del Cantero de Letur, que es el que yo consumía, antes de elaborarlo.
Siguiendo en el hilo de sus propiedades, el kéfir contiene microorganismos vivos que ayudan a repoblar la microbiota del en el intestino y a mantener de ese modo el equilibrio de las bacterias intestinales.
En el yogur se da solo una fermentación láctica, mientras que el kéfir su fermentación es lacto-alcohólica y carbonatada. Contiene cerca de 30 microorganismos diferentes más que los contenidos en el yogur.
En distintos estudios en animales se han observado propiedades antiinflamatorias en el kéfir. Además, los probióticos presentes en el kéfir pueden reducir la formación de compuestos carcinógenos e inhibiendo el crecimiento de tumores (estudio).
En esta revisión sistemática, se demuestra que el uso de kéfir mejora la clínica en enfermedades inflamatorias intestinales y en síndrome de intestino irritable.
Motivos para consumir alimentos fermentados no nos faltan, así que, te recomiendo que lo añadas a tu alimentación diaria, es apto para todos.
Si no te gusta la leche, puedes hacerlo con agua, añadiendo una cucharada de miel virgen.
¡A qué esperas pa ra compartir! Gracias 😉
¡Chao!